miércoles, 3 de julio de 2013

No sé nada

Yo no sé nada
Me apoyo en la suavidad de una almohada blanca
El silencio llena la noche
Yo no sé nada
No hace falta cerrar los ojos para estar a oscuras
los pensamientos eternos tortutan el alma
Yo no sé de bocas, de ojos, de piel,
yo sé de esta noche que no acaba
de este invierno eterno
Yo no quiero lo cotidiano
No quiero el “buenos dias”, “quiero un café”, “me das agua”
No quiero el tedio de las mañanas con prisa
y las noches cansadas
Quiero el “me miro en tus ojos”,
“Eres mi alimento”, “Te extraña mi almohada”
Necesito el silencio de un rozar de pieles,
las conversaciones de ojos,
El “te necesito” de un tomar de manos apretadas
Necesito de un acto que no requiera palabras
De una noche blanca
De un “Ser tuya y mio” que no busque explicación.

Es un cuerpo el que habla

Se lo diré esta noche en un momento de esos cuando este mirando a cualquier otro lado menos a estos ojos que lo siguen con ternunra.
Esta noche cuando no roce con sus manos mis piernas desnudas que sutilmente acariciarán las suyas sobre la ropa.
Esta noche cuando él no sienta mi respiración agitada mientras le beso el cuello y la cara y sin prestar atención me acaricie el brazo mirando la televisión o pensando en nada.
Rozaré con mi naríz su cara por última vez y en un respiro profundo intentaré llenarme de su aroma que antes me embriagaba.
Voy a mirar su rostro cuando duerma a mi lado mientras yo tiemblo de las ganas de que abra los ojos y después de contemplarme por unos segundos me bese con ternura y luego me ame como si no existiera otro día más para hacerlo.
Por última vez estará todo mi cuerpo dispuesto a dejar de ser mio y entregarse sin preguntas ni reparos.
Y cuando me ignore de nuevo indiferente a mi desnudez entonces se lo diré, terminaré con todo y cuando lo haga, él seguro me dará la espalda , guadará como siempre cualquier pensamiento, en su incapacidad absoluta de expresar sentimientos y como tantas veces se alejará de mi, dejandome con la incertidumbre de saber si me ha querido alguna vez.

domingo, 6 de mayo de 2012

¿Quién entiende al amor ?

jueves, 5 de enero de 2012

Verdad

"La verdad nos hará libres"

Probablemente no causaré una revolución social, seguramente no una literaria, sin embargo sí hay una revolución gestandose en mi...

A mi no me criaron para ser bonita, femenina, atractiva, mucho menos sensual, considero que es el caso de muchas mujeres en éste país o por lo menos de mi generación hacía atrás.
Mientras que una minoría fué enseñada a verse en un espejo, caminar derechita rosando las rodillas en cada paso y a ser la cereza del pastel, otras aprendimos lo contrario. Yo en particular, debo admitir, tuve una excelente madre, durante mi infancia me alimentó, cuidó, vistió, me enseñó, etc. pero paso por alto el detalle de los moñitos en el cabello, las tobilleras de olanes, las siempre útiles reafirmaciones de que soy niña y por lo tanto linda, entre otras. Y muy probablemente fué por que ella tampoco fué enseñada así.
Durante una época de mi infancia el cepillo y yo eramos casi enemigos, me cortaban el cabello en melenas muy cortas para que no hubiera necesidad de peinados, mi ropa normal eran unos "shorts", playera y tenis, jugaba a las canicas, con mi perro, a tierra y a veces también con muñecas pero generalmente sola. Hasta mas o menos los trece años no me interesaban los niños ni verme en un espejo. El mundo de la pestaña enchinada y la uña larga me sorprendió en la secundaria como si fuera un universo paralelo que estuvo presente siempre pero nunca ví, parecía tan difícil integrarse a él.
Inició entonces la batalla, las armas: las pinzas saca cejas, la lima de uñas, el bendito rizador de pestañas. Fuí prisionera de guerra por un largo tiempo (me apena admitir que tan largo) durante los años de batalla fuí practicamente sometida por los acampanados, las faldas a cuadros, el superpunk, los cinturones anchos; incluso use ropa de mi hermana; del departamento de maquillaje mejor ni hablar; colores de cabello; hasta permanente (no sé que estaba pensando); Fuí desde la versión femenina de Mario Bros a extrañas caracterizaciones ideológias (si es que esos términos pueden usarse juntos) "hippie", intento de intelectual, vagabunda, deportista, Pocahontas, artista incomprendida, extraños intentos de "sexy" (muy extraños). Y claro que se puede esperar con poco presupuesto, falta de un modelo estable y poco sentido e información de la moda.
Alrededor de los veintinuno tuve que hacer una tregua, dejé de buscar estilos nuevos, me decidí por la comodidad. Esa tregua duró otro largo periodo, subía y bajaba de peso sin preocuparme mucho, los zapatos altos, las faldas o los escotes no eran una opción en mi tregua.
Pasó mucho tiempo, circunstancias, errores, tropiezos, personas, para darme cuenta de algo que es apenas un vislumbre de la inmensa verdad que estuvo ahí todo este tiempo.
Y no, no es un cliché aunque lo pareciera, lo que por tanto tiempo traté de adornar, cambiar, entender, es realmente un milagro, un milagro lleno de misterios, un milagro que me permite estar en pie, mantener el equilibrio, caminar, escuchar, mis brazos pueden abrazar fuertemente a alguien y generar asi sensaciones indescriptibles más allá de lo físico, puedo nadar, bailar, correr, mis ojos pueden ver mejor que cualquier cámara por sofisticada que sea, mi cuerpo por sí mismo genera calor, percibe increíbles sensaciones, puede oler, tocar, besar, saborear, mi piel tiene una textura y color inimitables. Gracias a un problema en mi pierna descubrí que soy increíblemente fuerte, todo está perfectamente integrado para mantenerse vivo. Además de todo esto mi cuerpo, el cuerpo humano en general es hermoso, esta lleno de formas, texturas, colores, aromas, que sólo se le pueden haber ocurrido a Dios, no hay nada más perfecto, cómo es que me llevó tantos años entenderlo, cómo es que la gente no lo ve, nos detenemos en lo alto, bajo, ancho, delgado, lo que consideramos feo o bonito, nos disfrasamos cada día para no ser nosotros.
Ser consciente de la mágia que envuelve a cada movimiento, a cada respiro, a cada sensación es una inmensa verdad que te golpea en la cara como viento fresco y hasta puedes respirar mejor.

Es cierto, a mi no me enseñaron a ser bonita, femenina o atractiva, pero lo soy, todas lo somos, el mundo me orilló a buscar un disfraz y viví en una búsqueda constante, pero esa búsqueda terminó con la verdad. Ahora soy libre.

jueves, 22 de septiembre de 2011

O Amor é simbolo da eternidade. Elimina o sentido do tempo, dasafía o impossível e anula qualquer distância...

viernes, 2 de septiembre de 2011

Como hoy

Hay días, no siempre sólo a veces,en que me desconozco, encuentro extrañas mis manos miedosas, la voz apagada, no me quiero mirar al espejo ni reconocerme detrás de las lagrimas, no soy yo, soy otra, me cambiaron por un instante y quiero entonces desaparecer, volverme invisible, que una sensación de entumecimiento me llene toda la piel y así quedarme quieta, fría, que nadie pueda verme hasta que desaparezca el rencor, el odio, hasta que la tristeza se aleje y mis ojos retomen su órbita y mi buena consciencia despierte.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Amar como un suspiro, como un relámpago, te puedo amar hoy y mañana, o una semana tal vez, amarte todo, tus ojos, tu boca, el cabello alborotado, tu juventud, tu locura, te puedo amar un mes. Amarte de día, con luna, en mi propio idioma, en el tuyo, en uno nuevo inventado.
Podria amarte un año, con lluvia, con hambre, sin sol. Amarte en silencio, gritarlo, con tu mano en mi mano, sin vernos, lejos, con una canción.
Podría quererte o amarte, dejar de pensar y de extrañar,podría olvidarte,
Pero hoy, enajenada, loca, desposeída, fuera de mi no me preocupo del modo ni del tiempo, hoy sólo te amo así.
Este mundo no me conforma, debe haber más, estoy segura, más para oler, para sentir, escuchar, más para amar. Si no hay más, a dónde va toda esa fuerza que siento nacer en mi, esas ganas de abrazar, de apretar, de dar. Será que una pequeña alegría no basta?.
Quiero estirar la mano y apretar el mundo con fuerza, sentirme su dueña.
Necesito más.

miércoles, 2 de marzo de 2011

ISMAEL

Hace rato pasé a unas calles de tu casa, no pude evitar pensar en tí, te ví en mi mente con tu camisa amarilla, tan seguro, con una sonrisa, escuché tu voz ronca pronunciar cualquier palabra.

Cuando te conocí estaba segura que habría algo entre nosotros, recuerdo bien un día que David y tú me invitaron a cenar, ni siquiera sé cual fué la razón, había paella y ponche, hablamos un rato y luego me llevaste a mi coche. Esa noche quería abrazarte y decirte que estaba enamorada, pero no pude.
Otra tarde estuve triste, mucho, después contigo y un helado italiano nada pareció importar, regresamos a mi casa jugando y hablando de todo, como siempre. Esa noche manejaste lento, muy lento y dijiste que era para extender lo más posible el tiempo a mi lado, ¿cómo resistirse a eso?
Teniamos momentos felices.
Pero siempre había algo o alguien; recuerdo cuando Flor llegó, la primera, era linda sí, un poco tosca para mi gusto, pero tú no lo pensante así. Te alejaste de mí. Con ella era todo aventura, diversión, salidas tarde, riesgos. Ella estaba cuando el accidente; tengo bien clara la imagen del grupo sentado afuera de la delegación esperando noticias, preocupados sabiendo que tu estabas lastimado y ahí adentro. Yo quería que supieras que estaba ahí por tí y no me importaba si también estaba ella.
Estando aún lastimado no podías manejar ni tenías coche así que un día te llevé a tu casa después del trabajo, conocí a tus padres y tu casa y soñé de nuevo por un momento que podías ser para mi, pero seguía sólo esperando y al tiempo que esperaba había alguien más junto a mí esperandome también.
Y así fueron las cosas, cuando me dijiste que yo te importaba pero no eras adecuado para mi decidí alejarme.
Seguiamos rodeados de la misma gente pero tu con ella y yo con alguien más, pasaba el tiempo y me había hecho a la idea, pero volvió a doler cuando dejaste la diversión y la locura por un amor de verdad, un amor serio, el que yo no había podido conquistar, entonces supé que todo había acabado, todo era diferente, tu mirada, tu sonrisa, estabas lleno de ilusiones.
La vida me llevó a mi por un camino distinto, seguía teniendo a alguien a mi lado pero ya no lo quería, decidí terminar con todo y comencé de nuevo en un lugar distinto.

Estuvimos lejos mucho tiempo, no esperaba volver a saber de tí, si acaso en platicas con amigos comunes, pasaron y se fueron años, lugares, amores, cuando la vida nos había cambiado suficiente apareciste de pronto, te habías casado y tenías hijos, no me equivoqué cuando pensé que eras el tipo de hombre a quien yo podría amar, te iluminabas todo al hablar de ellos, te ví esa vez, comimos juntos, me contaste todo; de la separación , los pleitos, pero tú los amabas más que a nada, incluso a ella. Verte de nuevo siendo yo una persona distinta fué más que eniquecedor para mi, te respete y admiré aún más.
Hablamos una que otra vez por telefono, llamadas cortas, siempre me contabas de tus niños, una vez te conté que estaba pasando por una crisis para encontrar un amor y me aseguraste que sí estuvieras en condiciones esta vez no me dejarías pasar de nuevo, sonreí.

Pasó de nuevo mucho tiempo sin saber de tí, para ser honesta ya casi no te pensaba pero un día en medio muchas presiones de trabajo llamaste y diste tu segundo nombre, estabas jugando pero supé bien quien eras, te dije – llama después por favor, ahora no puedo-, intenté llamarte yo más tarde, no pude, después perdí una llamada, intenté de nuevo un día después sin éxito, hasta que un jueves por la noche sonó el télefono y otra vez me diste tu segundo nombre, nos reímos y tuvimos la conversación más larga y mas profunda que nunca habiamos tenido, te sentí otra vez muy cerca,me sentí afortunada con tu amistad, me contaste muchas cosas, tus hijos eran siempre lo más importante para tí. Durante la hora que hablamos una tos tremenda te interrumpió más de una vez pero no dejabas de contarme. Esta vez ambos insistimos en llamar al otro como si presintieramos algo.

Parece mentira pero todo esto vino a mi mente solo al pasar cerca de tu casa, y no pude evitar llorar en silencio, porque te pensé y recordé también la llamada que recibí una semana después de nuestra ultima conversación, cuando me avisaron que habías muerto.

domingo, 2 de enero de 2011

Es así

Supongo que así debía ser: cada error y sus consecuecias; cada sonrisa o llanto; los minutos a solas y acompañada; gente que se fué -algunos para siempre- gente que entró en mi historia y sé seguirán en ella; los distantes, desconocidos y fascinantes suelos -y aguas- que pisé.
Crecí sin duda al aprender, prevalecí ante el dolor y la pena, aniquilé miedos logrando vestime de un valor renovado.
Viví.
El inicio de año es solo un pretexto para repasar opciones que en realidad tenemos todo el tiempo. Siguiendo las convenciones propias de la época voy a rehacer algunos propósitos añejos, agregar un par nuevos y, a pesar de todo, soñar con que es posible empezar una vez más.