domingo, 2 de enero de 2011

Es así

Supongo que así debía ser: cada error y sus consecuecias; cada sonrisa o llanto; los minutos a solas y acompañada; gente que se fué -algunos para siempre- gente que entró en mi historia y sé seguirán en ella; los distantes, desconocidos y fascinantes suelos -y aguas- que pisé.
Crecí sin duda al aprender, prevalecí ante el dolor y la pena, aniquilé miedos logrando vestime de un valor renovado.
Viví.
El inicio de año es solo un pretexto para repasar opciones que en realidad tenemos todo el tiempo. Siguiendo las convenciones propias de la época voy a rehacer algunos propósitos añejos, agregar un par nuevos y, a pesar de todo, soñar con que es posible empezar una vez más.

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